¿Por qué una campaña de minimización de residuos hospitalarios?


Para optimizar el manejo de residuos de salud este momento es de suma importancia, ya que es aquí donde debe implementarse la minimización. La misma implica la reducción todo lo que sea posible de la producción de desechos, lo que incluye la decisión de qué y cómo se compra y/o adquiere. Es decir, se vuelve sumamente importante para la gestión, qué insumos y qué tecnologías se adquieren analizando qué residuos generarán una vez utilizados y de qué forma serán dispuestos. Asimismo es necesario realizar un trabajo institucional que comprometa al personal para lograr el reemplazo de ciertos insumos por otros, más saludables para el ambiente.


Importante: Es de particular interés involucrar en este punto a las áreas de compras y abastecimiento de las instituciones. Los profesionales deben indicar cuáles son los insumos óptimos para la atención y acordar que se incluyan algunas condiciones para la adquisición, que favorezcan el cuidado del medio ambiente. Por ejemplo, deben seleccionarse materiales que posean los envases y embalajes mínimos necesarios, sin envoltorios superfluos; utilizarse elementos que no posean metales pesados cuando sea posible o contratar empresas que retiren y traten los residuos peligrosos que se producen cuando han terminado de usarse tales productos. Algunas instituciones y profesionales exigen que los proveedores recolecten y dispongan adecuadamente las baterías gastadas de los aparatos electrónicos.


Un ejemplo de la minimización en la generación es la de revisar con un criterio de costo-beneficio la aceptación de donaciones de medicamentos, que en frecuentes ocasiones tienen un vencimiento próximo a la entrega o incluye insumos que no son de uso corriente en el consultorio o en el servicio. Esto involucra luego el gasto en la disposición de tal donación como residuo, lo que deja de ser un beneficio.



Esta recomendación también puede hacerse para los profesionales que producen poca cantidad de residuos, es decir, tener entre los requisitos de selección de insumos, el de la minimización de la contaminación, comenzando por los materiales a utilizar y su disposición ambientalmente saludable. En este sentido se enmarca la campaña mundial que promueve “Salud sin daño” y que se implementa en establecimientos de salud de la región para el reemplazo de insumos e instrumentos que utilizan mercurio, como termómetros o esfingomanómetros, por otros que resultan igual de eficaces y que son más saludables para el medio ambiente.

Además de la minimización o reducción en origen, debe incluirse la re-utilización de los desechos asimilables a domiciliarios, es decir, los que no implican un riesgo para la salud. Es una práctica ya instalada en muchas instituciones de salud la separación de papeles y cartones, así como plásticos limpios y latas de aluminio. Estos materiales se venden a empresas recicladoras y la ganancia obtenida vuelve en mejoras materiales para la institución, a través de la gestión de las cooperadoras o de fundaciones relacionadas. En otros casos son entregados a recuperadores urbanos (“cartoneros” o cirujías).

En la gestión de residuos se llama generador a quien produce residuos como consecuencia de su actividad, ya sea una persona física o jurídica. Asimismo se distingue al pequeño generador, como aquel productor de cantidades reducidas de desechos. El generador es el responsable “de la cuna a la tumba” de los residuos que genera. Debe inscribirse según ordene la normativa en su jurisdicción, en los registros para generadores de residuos patogénicos y de residuos peligrosos, que se implementan a tal fin y que permiten a la autoridad de aplicación monitorear el correcto manejo de los desechos, adjudicando responsabilidades.

Comentarios